Qué bueno que algunos planes no tuvieron éxito...

Martes, 11 de octubre de 1994

Querido Diario:

Hoy en el colegio, ya al salir con mi amiga Silvana, nos encontramos con la jorga de la “Muralla” y allí estaban dos hermanos. El uno se llama Pablo y el otro creo que José, qué bueno que está!1 Igual, creo que es amor imposible.
Camino a casa, me senté con Diego. Me preguntó que quién me gusta, y le dije que el hermano de ya sabes quién y él me dijo que sí lo conoce y hasta puede mediar para ligarnos. Le dije que lo haga pero que cuide mucho lo que hable de mí. Ojalá lo haga bien. También me contó que había salido con Liliana, una compañera, sólo por una apuesta. Qué bestia. Bueno, también por la tarde, vino mi tía para coser una ropa con la ayuda de mi mamá y de paso se llevó el pantalón raptado por mí. Casi se olvida de aquel detalle pero mi hermanote metió la pata y le contó. Me dio tanta rabia que mi hermano me dijo que me va a regalar un pantalón.
Bien, mañana voy a ver qué me dice Diego sobre su intermedio. Pero eso sí, voy a actuar rápido para acabar con su enamorada y que esté conmigo. Ojalá se haga realidad.

Miércoles, 12 de octubre de 1994

Querido Diario:

Hoy fue un día como cualquier otro. Imagínate, vi a muchachos tanto del colegio como de otros y veía cómo estaban con sus chicas y me preguntaba porqué con ellas y no conmigo. Pero al decir esto, me acuerdo que mi mamá me dice que para todas hay. Y entonces reacciono y me pongo a pensar que es cierto.
También te cuento que por la tarde vi a Pancho mi vecino y a un amigo que estudia cerca de aquí que me lo presentó. Ya en la noche, mi hermana me ayudó a enrularme el cabello, con la condición de que llame a un ex novio llamado Pedro para preguntarle si quiere ser mi caballero en la fiesta de 15 años de mi prima Flor; así que lo hice, y él dijo que sí, siempre y cuando no tuviera otro compromiso con su mamá. Desearía que pudiera.
Bien, sabes que sigo pensando en “Pocho”2, el hermano de ya saben quien. Ya sé cómo le dicen. A ver mañana qué puedo hacer al respecto.

1 Por Dios, ahora que lo he visto, siento pena por su esposa.
2 Por Dios, ahora siento pena por mí… Sólo hablaba de chicos!